Tener una enfermedad autoinmune implica tener que lidiar con muchos problemas que van más allá de los síntomas físicos. Con frecuencia, estas enfermedades evocan una variedad de respuestas emocionales que incluyen frustración, ansiedad, ira y tristeza, entre otras. Este artículo profundiza en las posibles causas de estas respuestas emocionales y ofrece algunas sugerencias sobre cómo afrontarlas.
¿Qué desencadena estas enfermedades autoinmunes para causar cambios emocionales en nosotros?
Los pacientes que han sido diagnosticados con trastornos autoinmunes citan efectos emocionales adversos debido a tales afecciones por las siguientes razones:
- Imprevisibilidad: La propia naturaleza de estas afecciones, que se caracteriza por la imprevisibilidad, hace que las personas se sientan inseguras todo el tiempo.
- Sentimiento de pérdida: No poder tener control sobre el propio cuerpo puede ser extremadamente frustrante.
- Sentimiento de soledad: La fatiga crónica y los brotes pueden restringir a las personas para socializar o trabajar, lo que conduce a la soledad y la depresión.
- Miedo a lo desconocido: Los problemas relacionados con la progresión de la enfermedad y sus posibles complicaciones aseguran un nivel de ansiedad constante.
Estrategia de afrontamiento para las emociones negativas.
Ante dichas emociones, es posible aplicar diferentes estrategias para mejorar el bienestar emocional:
- Reconocimiento de las emociones: El paso inicial consiste en reconocer y poner nombre a las emociones que son experimentadas, sin censura.
- Comunicación: Hablar sobre sentimientos con personas de confianza como amigos, familiares o incluso un terapeuta.
Autocuidado
- Descanso: El sueño debe considerarse quizás el factor más crítico para mejorar la recuperación tanto física como mental.
- Alimentación: Es de destacar que con una dieta adecuada se puede tener la energía disponible necesaria para combatir la enfermedad.
- Ejercicio: Hacer ejercicio con regularidad ayuda en el manejo del estrés, la vulnerabilidad y el ánimo.
- Relajación: Mientras que la práctica regular de la relajación se ha vuelto meditativa, abarca técnicas como yoga, respiración profunda, etc.
- Establecimiento de límites: Aprender a usar la palabra no y cuidar de tus propias necesidades es fundamental.
- Apoyo profesional: Un terapeuta podría ayudar en momentos específicos y darle herramientas para la gestión de cambios de ánimo.
- Conexión con la naturaleza: Es importante pasar tiempo en entornos naturales, esto puede contribuir con su descanso, desconexión y relajación.
- Celebración de logros: Finalmente, es importante entender que, sean pequeños o grandes, todos los esfuerzos realizados hacia el logro de metas deben ser reconocidos y celebrados.
Aceptando la incertidumbre
Vivir con una enfermedad crónica significa tener que reconocer que hay cosas que no están bajo su control directo. Uno de esos aspectos es la incertidumbre reconocida. Más que resistir tales dudas, existe la posibilidad de desarrollar las habilidades necesarias para vivir con la incertidumbre, por ejemplo, puede implementar técnicas de mindfulness, enfocarse en el presente, cultivar la gratitud, y establecer sus propias metas en un tiempo realista.
Construyendo una red de apoyo
Enfrentar una enfermedad crónica es un problema desafiante en la vida de todos, y por eso es bueno tener una red de apoyo lista. Comunícate sobre tu situación con tus seres queridos y explica cómo pueden ayudarte. Deberías tener en cuenta: todos son diferentes.
Tener una enfermedad autoinmune, no te define. Eres más que solo una enfermedad. Las herramientas adecuadas, combinadas con un buen sistema de apoyo confiable, te permitirán afrontar dicha enfermedad y vivir una vida feliz.
¿Qué otras maneras has encontrado para gestionar las emociones? Cuéntanos tu historia a través de los comentarios.