No sorprende que el dolor de la artritis tenga un efecto negativo en el estado de ánimo. Si las actividades cotidianas le provocan dolor, seguramente se sentirá desanimado. La etapa de la vida en la que se encuentra, la imagen de sí mismo, las relaciones, las responsabilidades, la seguridad económica y el estado de la enfermedad afectarán sus emociones mientras maneja su enfermedad. Sin embargo, cuando estas sensaciones normales se intensifican y crean una repetición constante de pensamientos de temor o desesperanza, el dolor puede empeorar y volverse más difícil de controlar.
Qué hacer
Las terapias que interrumpen las interacciones destructivas entre el cuerpo y la mente incluyen las siguientes:
- Terapia cognitivo-conductual. Esta combinación eficaz y bien estudiada de terapia de conversación y modificación de la conducta te ayuda a identificar y a romper los ciclos de acciones y pensamientos autodestructivos.
- Terapia de relajación. Medita, haz yoga, practica respiración profunda, escucha música, ponte en contacto con la naturaleza, escribe en un diario —haz cualquier cosa que te ayude a relajarte—. La relajación no tiene ninguna desventaja y puede ayudar a aliviar el dolor.
- Calor y frío. Puedes aliviar el dolor de forma temporal con calor, usando almohadillas térmicas en las articulaciones adoloridas, o también puedes tomar baños o duchas calientes. Usa las almohadillas térmicas durante un máximo de 20 minutos por vez. Puedes aliviar el dolor y la inflamación con frío después de hacer ejercicio extenuante, por ejemplo, usando compresas de hielo en los músculos adoloridos.
- Masajes. Los masajes pueden mejorar el dolor y la rigidez momentáneamente. Asegúrate de que el fisioterapeuta sepa qué partes del cuerpo te afecta la artritis.
Qué evitar
- Fumar. Si eres adicto al tabaco, puedes usarlo como una herramienta de afrontamiento emocional. No obstante, es contraproducente: las toxinas del humo causan tensión en el tejido conectivo, lo que provoca más problemas en las articulaciones.
- Una actitud negativa. Los pensamientos negativos se perpetúan. En la medida en que pienses en ellos, se intensificarán, lo que puede aumentar el dolor y el riesgo de tener una discapacidad. En cambio, distráete con actividades que disfrutas, pasa tiempo con las personas que te apoyan y considera la posibilidad de consultar con un terapeuta.
Hay medidas que puede tomar para mejorar su bienestar emocional, entre las que se incluyen:
- Trabajar con su médico para tener su enfermedad bajo control y minimizar los efectos colaterales de la medicación es un primer paso importante.
- Hacer lo posible para mantener a raya las emociones negativas mediante el autocuidado físico y emocional. Entre las opciones de autocuidado se incluyen las prácticas que involucran mente y cuerpo, la musicoterapia y la terapia artística, el ejercicio, una dieta saludable, los masajes y la programación gradual de actividades.
- Participar en actividades sociales para evitar la sensación de aislamiento y descubrir salidas para poder reír y jugar.
- Buscar asesoramiento profesional o un grupo de apoyo específico para la artritis puede brindarle una salida para hablar de sus emociones y proporcionarle mecanismos de afrontamiento.
Kenneth J. Doka, PhD, profesor de psicología y asesoramiento en la Universidad de Nueva Rochelle, en New York, recomienda: «cultive las fortalezas que siempre ha tenido. Mire hacia atrás para ver cómo ha manejado las crisis en el pasado y pregúntese cómo eso podría ser útil para usted ahora». Además, sostiene que debería hacerse estas preguntas:
« ¿Qué recursos personales tengo?
- ¿Cómo me habla mi fe?
- ¿A quién conozco que me brinde mucho apoyo?
- ¿Con quién puedo hablar?».
Sin importar en qué punto de su viaje emocional con la artritis se encuentre, cuenta con una gran cantidad de opciones para controlar su bienestar físico y emocional. Recuerde que no está solo con sus sentimientos y tenga en cuenta estas estrategias cuando necesite ayuda para afrontar el dolor y las emociones.
No oculte sus emociones, es frecuente experimentar diferentes sensaciones sobre todo al inicio del proceso, en las etapas de detección, diagnóstico y al empezar el tratamiento, para estas situaciones le sugerimos:
- Identifique si su EPS cuenta con programas de educación y/o acompañamiento a pacientes con esta enfermedad.
- Participe en talleres y actividades que programan las fundaciones de pacientes con AR, algunas veces conocer y hablar con otras personas que presentan la misma enfermedad, permite comprender que es posible llevar una buena calidad de vida
- Aprenda a generar acciones de autocuidado, estas incluyen entre otras, reconocer su cuerpo, saber si algún alimento le genera molestia, identificar en qué momentos o que factores incrementan los síntomas.
Y no sobra… ¡una buena actitud frente a la vida ayuda mucho!